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¿Qué significa tener una pareja?

Actualizado: 3 sept

Cambiando Paradigmas con Kary Peña

Cuando hablamos de pareja, en la cultura, generalmente se piensa en dos individuos que se pertenecen entre ellos y que son como “una sola carne”, o como un “equipo” en donde se asume que “el otro” es Mi pareja y por lo tanto lo más lógico es que me pertenezca. Intrínseco al pensamiento sobre la pareja en la cultura, está la creencia de que existen “parejas formales” y los llamados “frees” los cuales son parejas que se ven de vez en cuando y casi siempre con la estafeta de desechables; como si las personas se pudieran convertir en un objeto de “úsese y deséchese” a la menor incomodidad o “en lo que llega algo mejor”.


El concepto de amor romántico que tenemos en nuestra cultura se origina en gran parte gracias a Disney, Hollywood, las canciones rancheras, las inolvidables de José José y las telenovelas, entre otros. Todo esto ha conformado la locura del concepto de pareja que tenemos hoy, formando vínculos tóxicos que no son nutritivos ni ayudan a la evolución de consciencia de los individuos. Los celos, el control, el sometimiento y la fantasía de la transparencia que tiene que tener la pareja son actitudes que llevan invariablemente al sufrimiento.


La creencia de una “alma gemela”, de la “media naranja” y la fantasía de la seguridad son la base de que las personas tengan la necesidad de salir a “buscar o encontrar” a la pareja con la que pasaran el resto de sus vidas, tal como lo han aprendido en las películas románticas y en los cuentos de niños.

La princesa está “dormida” hasta que llega el príncipe y la despierta con un beso que la rescatara de una vida sin sentido para poder ser feliz para siempre. O el ranchero que le dice a “la Adelita” que se trepe a su caballo llevándola por rumbos de la vida que él decida, hasta que se canse de la responsabilidad de tener que “cargar” con ella y la baje del corcel.


En estas dos analogías la mujer no tiene un Proyecto de Vida propio e individual (o un caballo propio), está en espera de que alguien más le dé sentido a su vida y así orbitar alrededor de una sola persona. El problema de esto, en este ejemplo,  es que la mujer se pierde a sí misma y se comienza a desdibujar en afán por agradar y hacer feliz a su pareja; y al desdibujarse y al dejar de ser ella misma el hombre se queda sin a quien amar y por lo tanto saldrá a buscar a una pareja en donde exista igualdad, alguien con quien compartir una vida amorosa y erótica al mismo nivel de jerarquía sin que la otra se tenga que desdibujar o dejar de ser ella misma y por lo tanto se vuelve alguien deseable y con posibilidad de ser amada por otro alguien.


Esto pasa también en sentido inverso, cuando la mujer deja de ver al hombre como una persona y convierte en un trofeo que le da el título de éxito ante la sociedad al “poseer” una pareja que podrá intentar también domesticar a su conveniencia y así poder vivir “la foto” de la relación que creó desde niña. En consecuencia los dos harán lo que sea para lograr esa expectativa de pareja sin realmente amar al otro como persona, sino que lo que aman es la idealización del concepto de pareja que se hicieron en la mente muchos años antes, es por eso que los dos activaran sus mejores armas de seducción, e incluso interpretaran personajes y si eso no funciona entonces está la posibilidad de los celos y se victimizaran con tal de lograr tener el control absoluto del otro para así conseguir la “seguridad de tener” una pareja y evitar la fantasía de no sentirse solos, logrando exactamente lo contrario al ver que la soledad es más pesada cuando estas acompañado de una idealización y no de un ser humano.


La cultura tiene en la punta de la pirámide del éxito a la pareja y esto lleva a la necesidad de “obtener” una a como dé lugar pagando precios altísimos de sufrimiento con tal de evitar “quedarse solo”. Siempre es mejor desvestir borrachos que vestir santos, se dice; o la clásica de: “todas están locas” así que quédate con la más buena.

Pero lo que no se dice es que si hay otra forma de vivir, donde en primer lugar se entiende que uno no “tiene” una pareja sino que “esta” en una relación de pareja, que la pareja ni se busca ni se encuentra se construye en el tiempo y a lo largo del tiempo, que se construye poniendo “tabiques” de amor diarios para la construcción de la misma, y que se empieza por la decisión diaria de amar a la persona que se tiene a su lado, personalizando el encuentro y dándole su lugar como un ser humano libre que solamente está compartiendo parte de su vida en un periodo de tiempo y durara hasta que la muerte del amor los separe, no hasta que la muerte de alguno de ellos los separe como no hicieron creer.


El concepto de pareja se convierte en un concepto de Compañero por un tiempo determinado de nuestras vidas, el cual es libre y soberano de poderse ir cuando le plazca, en este concepto de pareja se comprende que nadie me pertenece y que nadie se quedara de por vida y menos aun institucionalizando el amor en un contrato matrimonial, en este concepto de pareja se tiene la lucidez de que si no se cuida y se ponen tabiques diarios de amor el vínculo se destruye.


Esto nos lleva a reflexionar acerca de la incertidumbre de estar en pareja y de la vida misma, la cual nos invita a estar evolucionando, siendo creativos y cuidando el vínculo porque sabemos de antemano que lo que no se cuida se acaba.

En el próximo articulo hablaremos sobre cómo abordar la incertidumbre en la pareja, y los conceptos de inseguridad y seguridad en el vínculo.


Reflexión individual:

·         ¿Qué significa una pareja para ti?

·         ¿Para qué querrías estar en un vínculo de pareja?

·         ¿Cómo amas y como te gusta ser amad@?, es decir tu oferta y tu demanda.

Karina Peña Vieyra

Serkangeluz

 
 
 

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